La historiadora y nieta de Salvador Toscano nos habla sobre la trascendencia de la obra de su abuelo.Una conversación con Verónica Zárate Toscano
De la obra de su abuelo, ¿qué es lo que más le sorprende?
VZT: Tiene muchas facetas, ver las cartas que él escribia a su mamá, donde le iba dando cuenta de los pasos, donde iba proyectando las escenas que iba filmando, esa es como un parte muy personal pero al mismo tiempo compartirla con el público ahora que no ha dado muchas pistas para la investigación, eso es sorprendente, como guiños, como leerlos. Ver las escenas que el filmó como algo cotidiano, en el cinito familiar, ver las escenas que el tomaba, y era conocerlo.
Ahora revisando los cartéles lo sigo conociendo y se sigue alimentando la memoria que yo tengo de él, todos los días cuando estoy trabjando o revisando los fondos que tenemos, me sorprende descubrir nuevas facetas de mi abuelo. El abuelo que también andaba viajando, haciendo carreteras, viajando por el país y aprovechaba para traer las películas y mostrarlas, seguir trabajando, y tener un corresponsal aquí (Guadalajara) para hubiera proyecciones en esta región o en el norte o en el sur.
Es una historia viva que se está alimentando todos los días, es una historia que tenemos que darle una faceta más amable, no es esa historia acartonada, que desafortunadamente nos enseñaron en la escuela, que yo como historiadora, también fui víctima pero hubo alguna maestra que me tocó esa fibra, y ahora sigo una historiadora que busco tratar de hacer la historia más amable.
Mi abuelo ha hecho, creo, una contribución sin ser historiador de formación, dejó un testimonio para la historia que podemos rescatar.
¿Con qué imagen se queda de las tantas que filmó su abuelo?
VZT: La forma en que caminaban los personajes en las películas, había un problema técnico de pasar de los 16 a los 24 (cuadros). Siempre yo veía de que caminaban de una manera interesante, pero ahora resulta que revisando cuadro por cuadro también me sorprende que hay una escena donde se atraviesa mi abuelo.
Hizo un cameo, el va pasando, hace algún tiempo uno de mis familiares lo descubrió, el sin querer está ahí en la película, y lamento que no hubiera más ese acercamiento hacia escenas familiares, pero sí hay algunos rollos de familia.
Así como el filmaba para las escenas cotidianas también filmaba las familiares. A veces, por algunos testimonios sabía que filmba en fiestas o con amigos, reuniones y demás. Me hubiera gustado que hubiera más escenas familiares.
La frase
"Las escenas (de mi abuelo) dejaron de ser nuestras, son escenas para la historia para México, y para Guadalajara es un orgullo".